La Fundación Etorkintza en su largo recorrido desde que fue fundada en 1984, hasta nuestros días, siempre ha sido sensible y ha contado con el trabajo y la participación de personas voluntarias en los proyectos que ha liderado.
En nuestra Entidad entendemos el voluntariado como un colectivo interno de la organización, que a la vez cuenta con un punto de vista externo a ésta. Por este motivo puede aportar una visión crítica, incorporando diferentes visiones de la realidad.
El voluntariado nos aporta credibilidad ante la sociedad y otros agentes sociales porque implica el compromiso y la participación de la ciudadanía.
La implicación de las personas voluntarias dentro de la entidad supone un canal de conexión con la sociedad y sus necesidades.
Así mismo, el voluntariado nos aporta diversidad, ya que puede presentar perfiles distintos a los del personal remunerado (en cuanto a edad, trayectoria, formación, experiencia, etc.). En este sentido, sus habilidades complementan las de las personas remuneradas.